El lenguaje facial forma parte del lenguaje corporal que, a su vez, pertenece a lo que se conoce como lenguaje o comunicación no verbal. Como en todas las formas de comunicación, el rostro transmite un mensaje dependiendo de la expresión que tenga y ese mensaje es interpretado por el receptor o la persona que observa.
Desde tiempos ancestrales, el hombre le ha dado gran preponderancia a lo que el rostro expresa, hasta el punto de afirmar que lo que se expresa verbalmente no tiene validez si lo que dice la cara no concuerda con el mensaje. Entonces, ¿la cara habla?, definitivamente sí.
Características del lenguaje facial
Como su nombre lo indica, es básicamente todo lo que se puede comunicar con el rostro y los elementos que lo componen. Es decir, con los ojos, la boca, la nariz, las cejas, el mentón y el ceño, ya sea de forma individual o en conjunto.
Normalmente ocurre como una respuesta involuntaria a las emociones. Los músculos faciales se contraen y se relajan en función de lo que una persona está sintiendo cuando recibe o emite un mensaje, también como reacción a las distintas situaciones que se presentan.
Salvo casos excepcionales de personas entrenadas para el control de su lenguaje corporal, lo común es que este sea prácticamente un acto reflejo. Por tal razón, un observador acucioso puede saber, por ejemplo, cuando alguien está mintiendo.
Importancia de la comunicación facial
Está comprobado que la mayor parte de lo que se comunican los seres humanos entre sí se hace de forma gestual, en especial con el rostro. El gesto facial soporta en gran medida el mensaje oral, muchas veces es la única forma de comunicación.
Cuando conseguimos comprender el significado de las expresiones faciales, podemos enriquecer nuestro discurso verbal a fin de conseguir mejores resultados en la audiencia. Esto es especialmente importante si se ocupan posiciones de liderazgo y poder.
En relación con el poder y el estatus, diversos estudios han demostrado que el control de la comunicación facial es directamente proporcional al nivel social, político y económico de una persona, Es decir, manejan muy bien su discurso hablado y controlan mejor sus gestos.
Principales gestos del lenguaje facial
Cuando entramos en contacto con otra persona, bastan 5 minutos para hacernos una impresión sobre ella y la cara es el punto donde centramos la atención durante más tiempo. En poco tiempo es posible hacerse una idea acerca de la personalidad, temperamento, estado de ánimo y otros detalles que podrían determinar el futuro de una relación.
La boca, los ojos, el ceño y la nariz juegan un papel fundamental en el acto de comunicación no verbal.
La sonrisa:
Una sonrisa amplia y franca denota alegría, placer, felicidad o regocijo, pero también se puede usar para enmascarar otras emociones como la tristeza, la decepción o el miedo. Es un elemento efectivo para relajar situaciones de tensión y se puede usar como respuesta de sumisión.
El interés o curiosidad:
Sabemos que alguien está muy interesado porque adopta lo que se conoce como posición “cabeza de pájaro”, es decir, que dirige la cabeza hacia el objeto de su interés un poco por delante del cuello.
Este gesto se acompaña de ojos muy abiertos en señal de completa atención y, en muchos casos, hasta la boca puede estar ligeramente abierta.
La ira:
El enojo y la rabia son muy difíciles de ocultar, incluso para los más entrenados. La tensión en el rostro se evidencia en labios firmemente cerrados o fruncidos si se ha decidido guardar silencio.
Al hablar, se hace con los dientes apretados. Las cejas se fruncen y los ojos ligeramente cerrados con la “mirada penetrante” centrada en el objeto de la ira. En ciertos casos se puede ver cómo se dilatan las aletas de las fosas nasales.
El miedo:
El miedo tiene diversas formas de expresarse. Pero es muy común ver el rostro con los ojos muy abiertos, pupilas dilatadas y la mandíbula abierta.
Desprecio, asco o aversión:
Es una reacción típica apartar un poco la cara hacia un lado. En cuanto al rostro, la nariz se frunce notablemente, parte del labio superior se contrae mientras que el inferior queda en su lugar.
El desprecio también se denota en una especie de media sonrisa elevando solo una esquina de la boca. Sin embargo, si este mismo gesto se hace mirando de soslayo a la otra persona, lo que se busca es complicidad.
Tristeza, decepción o depresión:
Las cejas inclinadas hacia las orejas, mirada baja y la boca cerrada con las comisuras ligeramente hacia abajo es la expresión que comunica tristeza.
Conclusión
Aunque estos son patrones comunes, cada individuo, según su temperamento, personalidad, nivel cultural y contexto, maneja sus expresiones faciales a su manera.
Para efectos de la comunicación es importante aprender a gestionar las expresiones para facilitar y complementar adecuadamente la transmisión del mensaje verbal.